martes, abril 18, 2017

Investigadores platenses cambian el enfoque sobre la obesidad infantil
Instituto de investigaciones pediatricas de la plata

http://www.eldia.com/nota/2017-4-10-3-14-54-investigadores-platenses-cambian-el-enfoque-sobre-la-obesidad-infantil

Señalan fallas en los programas de prevención. Y que no se lo debe tomar solo como el problema de una persona aislada | | 10 de Abril de 2017 | | Publicado en Edición Impresa

El sobrepeso y la obesidad en el mundo no paran de crecer. Y muy especialmente, la que afecta a niños y adolescentes.

Las cifras son contundentes y se reflejan en las estadísticas. Por ejemplo en los Estados Unidos, en los últimos 30 años, la obesidad aumentó más del doble en los niños y se cuadruplicó en adolescentes, mientras que en Brasil el porcentaje de sobrepeso y obesidad se triplicó entre 1975 y 1997.

Y en nuestro país también se produjo un aumento de estos valores, por ejemplo en provincias como La Pampa, donde se observó que entre 1990 y 2007 el sobrepeso aumentó un 40% y la obesidad se cuadruplicó.

Según el Programa Nacional de Salud Escolar (PROSANE), además, en 2015, en Argentina, el 21,4% de los niños y adolescentes de 5 a 16 años tenía sobrepeso y el 15,6% eran obesos.

Ante el incremento del sobrepeso y la obesidad en su población, diversos países han desarrollado campañas divulgando la importancia de consumir alimentos saludables y de practicar mayor número de actividades físicas.

Sin embargo, los casos continúan aumentando.

“Resulta evidente que los casos de obesidad continúan aumentando -señala desde nuestra ciudad la licenciada Muriel Lamarque, integrante del IDIP (Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas, que depende del Hospital de Niños de La Plata y la CIC- y ha surgido la duda de que esto pueda deberse a que las propuestas no toman en cuenta la diversidad cultural de las poblaciones a las que van dirigidas”.

Es así que en un trabajo recientemente publicado en la revista de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), las investigadoras del IDIP de La Plata señalaron fallas en los programas de prevención, por enfocarse principalmente en la educación nutricional y juzgar que las personas se alimentan mal sólo por desinterés, desconocimiento y falta de información.

En ese trabajo, sostienen que no hay que enfocar el sobrepeso como el problema de una persona aislada, y considerar también la influencia del entorno social en el que el niño aprende comportamientos y forma su identidad.

“Dentro de este entorno -sostienen las investigadoras platenses Muriel Lamarque y Alicia Bibiana Orden- se definen tipos de alimentos, combinaciones de sabores y texturas que determinan distintas formas de comer. También influyen en las pautas de consumo los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, que promueven determinados alimentos y transmiten modelos corporales deseables o indeseables”.

LAS NUEVAS PROPUESTAS
“No hay que olvidar -recuerda la doctora Alicia Bibiana Orden, investigadora del CONICET y del IDIP- que el sobrepeso y la obesidad constituyen un grave riesgo para la salud de niños y adolescentes porque los predispone a desarrollar otras enfermedades y favorece la obesidad en la edad adulta”.

El primer plan específico para prevenir la obesidad fue lanzado en Dinamarca, en 2003, mientras que en 2004 la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó la Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud.

Esta propuesta fue la primera de alcance internacional en plantear tareas concretas para frenar el gran incremento de obesidad y el aumento de enfermedades no transmisibles que se estaba observando.

No obstante, las cifras del crecimiento de este fenómeno no pararon de crecer.

Ahora, y ante el creciente problema de la obesidad infantil, las investigadoras platenses del Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas de La Plata consideran necesario no enfocar sólo los casos individuales, sino considerar también la influencia de las costumbres de alimentación de los familiares de esos chicos, de sus amigos y compañeros, y de su entorno habitual.

También enfatizan tener en cuenta la influencia de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías en la elección de alimentos y en los modelos corporales a imitar.

“Con ello buscamos conocer los factores y valores acerca de la alimentación que pudieran influir en la aparición de trastornos durante la infancia”, sostienen.

Asi, desde el IDIP señalan que en este sentido las nuevas tecnologías pueden servir tanto para organizar actividades cooperativas como para socializar cambios, monitorear su progreso, compartir información o motivar a los participantes.

“De esta manera, las redes sociales podrían favorecer la transmisión y dispersión de mensajes y también de acciones que sean beneficiosas a mediano y largo plazo”, apuntan.

Fuente: Doctora Irene A. Maier (CIC). BLOG DE LA FUNDACIÓN PRO-SALUD A. C. SOBRE OBESIDAD INFANTIL

viernes, diciembre 07, 2007

Estudios prevén enormes aumentos en casos de obesidad infantil

Estudios prevén enormes aumentos en casos de obesidad infantil

jueves 6 de diciembre de 2007
 
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Por Gene Emery

BOSTON (Reuters) - La cantidad de niños obesos se incrementará drásticamente en los próximos años, al igual que las tasas de enfermedad cardíaca, según dos estudios realizados en Estados Unidos y Dinamarca.

"Si no tomamos medidas para revertir la tendencia, los chicos de cada generación futura parecen estar destinados a ser más gordos y enfermarse más que sus padres," señaló el doctor David Ludwig, del Hospital de Niños de Boston, en un comentario en New England Journal of Medicine, donde se publicaron los estudios.

El estudio danés, que evaluó a más de un cuarto de millón de niños en edad escolar en Copenhague entre 1930 y 1976, reveló que los chicos con sobrepeso crecieron con más problemas cardíacos, sobre todo los varones.

Cuanto más pesaban en la niñez, particularmente en la adolescencia, mayor era el riesgo de desarrollar problemas de corazón.

Por ejemplo, un chico de 13 años que pesaba 11,2 kilos más que el promedio era un 33 por ciento más propenso que un niño de peso normal a padecer un ataque cardíaco o algún otro problema causado por la enfermedad coronaria a los 60 años.

Los hallazgos "sugieren que más chicos que nunca están enfrentando mayores riesgos de enfermedad coronaria en la adultez," dijo el equipo dirigido por Jennifer Baker, del Centro de Salud y Sociedad de Copenhague.

Cerca del 17 por ciento de los varones y el 16 por ciento de las mujeres que viven actualmente en Estados Unidos, más de 9 millones de personas en total, tienen sobrepeso.

El segundo estudio indicó que de este grupo, el 25 por ciento de los chicos son actualmente obesos y que la cifra aumentará a entre el 30 y el 37 por ciento en el 2020, cuando los pacientes tendrán unos 35 años. 

Para las mujeres en ese grupo, el 32 por ciento de las cuales ahora son obesas, la tasa aumentará a entre el 34 y el 44 por ciento, según el equipo de investigadores dirigido por Kirsten Bibbins-Domingo, de la University of California en San Francisco.

Esto conducirá a más casos de enfermedad cardíaca, diabetes e hipertensión a edad más joven y ni los tratamientos agresivos no bastarán para detener la tendencia, indicaron los expertos.

En el 2035, la prevalencia de enfermedad cardíaca habrá aumentado entre un 5 y un 16 por ciento, estimó el equipo.

"Mis colegas y yo predijimos que la obesidad pediátrica reduciría la expectativa de vida en Estados Unidos dos a cinco años a mitad de siglo, un efecto equivalente al de todos los cánceres en conjunto," dijo Ludwig.

(Editada en español por Ana Laura Mitidieri)
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/
http://www.seattlees.com/

EEUU: obesidad adolescente augura crisis de salud en 20 años (estudio)

EEUU: obesidad adolescente augura crisis de salud en 20 años (estudio)

CHICAGO, EEUU, 6 Dic 2007 (AFP) -
La epidemia de obesidad entre los adolescentes estadounidenses podría provocar un alza de dos dígitos del número de casos de enfermedades cardíacas hacia 2035, según un estudio publicado esta semana en la revista especializada New England Journal of Medicine.
La epidemia de obesidad constatada actualmente y ligada al estilo de vida podría augurar una verdadera crisis de salud pública, a la que los médicos no podrán enfrentar únicamente con medicamentos contra la hipertensión y el colesterol, según el estudio.
El número de personas que sufren de enfermedades cardíacas podría aumentar en 16% de aquí a 2035 en Estados Unidos, unos 100.000 enfermos más, y el número de decesos relacionados con esas enfermedades provocadas por la obesidad podría aumentar en 19%, indica el estudio publicado este miércoles.
A través de una modelización informática, los investigadores determinaron a partir del número de niños con sobrepeso en 2000 que hasta 37% de los hombres y 44% de las mujeres que tendrán 35 años en 2020 serán obesos.
Nuestro estudio muestra que los jóvenes adultos de mañana "sufrirán de enfermedades cardíacas a los 30 o 35 años, lo que implica un mayor número de hospitalizaciones, procedimientos médicos, necesidad de tratamientos para enfermedades crónicas, licencias por enfermedad y una reducción de la esperanza de vida", escribió Kirsten Bibbins-Domingo, epidemiologista de la universidad de San Francisco (California, oeste).
Unos 9 millones de adolescentes estadounidenses tienen sobrepeso, según las estadísticas nacionales, y la tasa de obesidad infantil se triplicó desde los años 70.

AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado

Obesidad infantil, una crisis comparable al cambio climático

Obesidad infantil, una crisis comparable al cambio climático
Dos estudios alertan de que si no se ataja la actual tendencia, las crecientes tasas de sobrepeso en la adolescencia harán que se dispare en el futuro la incidencia de afecciones coronarias
ISABEL PERANCHO
Un grupo de adolescentes con sobrepeso participa en un programa de promoción de la actividad física en el Hospital General de Valencia. / EL MUNDO
Una crisis inminente de salud pública. Es la predicción que hacen sobre el futuro próximo los especialistas en obesidad si no se toman de forma inmediata medidas para atajar la actual tendencia a acumular kilos durante la infancia. Y para dar idea de la gravedad de la situación comparan el problema del sobrepeso adolescente con el del calentamiento global del planeta.
Igual que los escépticos respecto al cambio climático han visto como la investigación corrobora día a día los cálculos más pesimistas, los sucesivos estudios realizados en la población infantil de los países desarrollados encienden nuevas alarmas sobre las consecuencias que tendrá la epidemia sobre su salud cuando lleguen a adultos, especialmente para el corazón. Dos trabajos publicados esta semana en la revista The New England Journal of Medicine dan cuenta del previsible impacto multiplicador que tendrá el exceso de peso en la infancia sobre la incidencia de la enfermedad coronaria.
El primero de ellos realiza una proyección de la prevalencia de obesidad que exhibirán en los próximos años los adolescentes estadounidenses que tenían sobrepeso en 2000 (alrededor del 17%, es decir, unos nueve millones de chavales). Paralelamente, mediante un programa informático de simulación, se calculó el exceso de enfermedad coronoria que podría ser atribuible a esta causa cuando esos menores alcancen la madurez. El resultado es inquietante. Las consecuencias de la escalada en la báscula juvenil de EEUU se estiman, para el año 2035, en un incremento del 5% al 16% de la prevalencia de enfermedad coronaria y en un total de 100.000 casos adicionales de patología cardiaca directamente atribuibles a problemas de exceso de peso.
Las perspectivas al otro lado del Atlántico tampoco son halagüeñas. El segundo análisis, realizado en Dinamarca, ratifica el impacto nocivo de la obesidad infantil a largo plazo. En este caso, se ha investigado la asociación entre el índice de masa corporal (IMC, valor que se utiliza para determinar si el peso es adecuado en relación a la altura) registrado entre los siete y 13 años de edad con el riesgo de sufrir enfermedad coronaria entre los 25 y 60. Para ello, se han revisado los datos históricos de la salud de cerca de 300.000 vecinos de Copenhague. La conclusión es clara: el riesgo de sufrir un evento cardiaco se asocia con el IMC que se exhiba en esa etapa precoz de la vida y es mayor tanto a medida que éste aumente como a medida que el menor siga cumpliendo años con un peso por encima de lo aconsejable.
Los autores ofrecen un ejemplo para hacer más comprensible el impacto de esta relación. En comparación con un adolescente de 13 años con un IMC dentro de la media, un menor de la misma edad con 11,2 kilos de más tenía un riesgo un 33% superior de padecer una dolencia coronaria al llegar a adulto.
Este trabajo llama la atención sobre el hecho de que cualquier ganancia de peso importa y que, incluso, una cantidad de más sorprendentemente pequeña podría pasar factura en el futuro en forma de patología coronaria. Lo que revelan ambas investigaciones es la trascendencia de un problema conocido, la incidencia cada vez mayor de factores de riesgo cardiovascular en los infantes obesos. Trastornos como la hipertensión, las dislipemias, la intolerancia a la glucosa y ciertas anomalías vasculares están ya presentes en los menores con sobrepeso. Y España no es ajena a esta situación. Las tasas nacionales de obesidad infantil superan a las nórdicas y con una incidencia del 15% se sitúan más cerca de las estadounidenses, a la vez que figuran en los primeros lugares de Europa.
NUEVAS ENFERMEDADES
Teniendo en cuenta que el 80% de los que llegan a la adolescencia cargados con unos kilos de más alcanzarán la madurez siendo obesos, el panorama para la salud cardiovascular patria no es favorable. «Estamos muy preocupados porque la obesidad infantil va a modificar nuestro tradicional menor riesgo cardiovascular, que se atribuía a la dieta mediterránea», reconoce la cardióloga Nieves Tarín, de la Fundación Española del Corazón.

Rafael Tojo, catedrático de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela, reconoce que en las consultas infantiles florecen enfermedades hasta ahora «desconocidas», ya que estaban reservadas al adulto: además de los citados factores de riesgo, menciona el hígado graso, la diabetes tipo 2, las alteraciones musculoesqueléticas, la apnea del sueño y los trastornos del ánimo. «Se están expresando de forma preocupante y cada vez se inician antes», dice. Es en esa etapa precoz cuando hay que intervenir, y de forma agresiva según los expertos, para revertir esta tendencia antes de que sea demasiado tarde.

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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado